Montevideo, 3 nov (EFE).- Veinte embarcaciones y otros tantos vehículos de integrantes de la Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de Gualeguaychú protestaron hoy en la frontera con Uruguay contra la planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM (ex-Botnia), confirmaron a Efe fuentes oficiales.
Los barcos hicieron una protesta náutica en el limítrofe río Uruguay frente a la terminal portuaria de UPM, ubicada en la periferia de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a unos 300 kilómetros al noroeste de Montevideo.
Mientras, unos veinte vehículos atravesaron el puente General San Martín y llegaron hasta el puesto fronterizo con Uruguay pero no se les permitió el ingreso, “para garantizar el orden y prevenir posibles incidentes”, dijo a Efe el vocero de la Armada uruguaya, capitán Gastón Juansolo.
Los manifestantes, tanto los que llegaron hasta frente a la planta de celulosa en barcos, como los que se trasladaron por carretera y fueron detenidos en la aduana a unos 5 kilómetros de UPM, “mostraron carteles, banderas e hicieron sonar sus bocinas en rechazo a la planta”, agregó.
La Armada uruguaya montó un operativo especial de seguridad que incluyó un buque guardacosta, un helicóptero de la Aviación Naval, efectivos de Fusileros Navales, buzos y refuerzos de marinos de Prefecturas Navales próximas a Fray Bentos.
En total fueron unos 150 los efectivos movilizados para garantizar la seguridad de la zona.
“Afortunadamente no se registraron incidentes, ni en el río ni en la ruta”, y los manifestantes “se retiraron pacíficamente” hacia Argentina una vez concluida la protesta, destacó el marino.
Un portavoz de los ambientalista anunció a medios de su país que el próximo miércoles harán un balance de la protesta y analizarán la posibilidad de tomar medidas para frenar el paso de camiones que transportan desde Argentina materiales para la planta de celulosa.
El pasado 2 de octubre, el presidente uruguayo José Mujica anunció la autorización para el incremento de producción de UPM en 100.000 toneladas y hasta 1,2 millones de toneladas al año, bajo la condición de implementar nuevas medidas de protección medioambiental.
El Gobierno exigió que la fábrica rebaje el contenido de fósforo en las aguas que se vierten al río Uruguay y que se enfríe a menos de 30 grados la temperatura de las mismas.
Las autoridades argentinas rechazaron la decisión de Mujica y amenazaron con regresar a La Haya.
La instalación de la planta de Botnia (ahora UPM) en 2005 fue motivo del peor conflicto bilateral en décadas entre ambos países y como forma de protesta los vecinos de Gualeguaychú bloquearon durante tres años el puente General San Martín que es el principal que une ambos países.
Por este conflicto, Argentina recurrió en 2006 a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en 2010 determinó que la planta no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a su vecino sobre los detalles de la construcción.
El fallo ordenó, además, crear una comisión conjunta para vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.
Los resultados de los controles que realiza la comisión y que se analizan en laboratorios de Canadá se mantienen en reserva por la falta de acuerdo técnico entre ambos países.
La planta supuso para su construcción una inversión de 1.800 millones de dólares, la mayor en la historia de Uruguay. EFE